miércoles, 26 de julio de 2023

Kyger Litor y el Pueblo Excavador

¡Saludos mitológicos!

Vuelvo pronto por aquí, que ya tenía esto rondando en la cabeza.

Si recordáis la pasada entrada sobre los uz, los trolls de Glorantha, y las semillas de aventura, en una de ellas, una sacerdotisa organizaba un viaje, posible Búsqueda Heroica, relacionada con un mito que había encontrado.

Tras un derrumbe o ampliación de unas cuevas uz, una caverna aislada del mundo más de mil años permitía la entrada de nuevo. Allí encontraron estatuas y utensilios uz muy antiguos, entre ellos una losa de piedra partida en fragmentos, con grabados en Idioma Oscuro.

En los cinco fragmentos descubiertos de la losa, la sacerdotisa halló inscrito un mito olvidado para los uz. Algunas grietas de fragmentación y el desgaste han impedido que perdure completo. Sin embargo, se conserva la mayoría del texto y permite entenderlo (o recrearlo).

Los cinco pedazos de losa pesan respectivamente 6, 5, 4, 3 y 3 de CAR, 21 de CAR en total. La sacerdotisa insiste en llevarse el original, aunque no los cargará ella, desde luego.

 

El Mito de Kyger Litor y el Pueblo Excavador

 

“El Pueblo Excavador, los Elipotidi, vivía en la superficie. Con sus duras garras abrían túneles y pozos en la Tierra para construir sus madrigueras, capturar animales subterráneos o excavaban cerca de plantas y árboles para alcanzar las raíces. Se guiaban por el olor y por las vibraciones que sentían en la tierra con sus bigotes.

Los Hijos de Flamal los cazaban en ocasiones pues eran una pequeña molestia para sus Bosques y Jardines.

Aunque tenían un vínculo con la runa de la Oscuridad, Kyger Litor no los consideraba parte de su pueblo. Pero envió a un reducido grupo a hablar con ellos. Los Uz escogidos, liderados por Bozta Gek Oídosombra, llevaron como presente para esas criaturas unas deliciosas babosas que se criaban bajo Tierra. Bozta Gek conoció a Hinyij, un excavador respetado por su pueblo, y aprendió… ”

(Falta un fragmento perdido)

“Un día, los Elipotidi excavaron túneles entre las raíces de un Gran Árbol Sagrado buscando esas nuevas presas que dejaban un olor tan apetitoso en la Tierra. El Gran Árbol se derrumbó ante la angustia de sus Guardianes.

Los Elfos Blancos, los Halamali, cuidaban estos Árboles de Frutos Luminosos y Corteza de Bronce, que los hacía muy resistentes, pero el Pueblo Excavador había atacado las raíces. Así, los Hijos de Flamal organizaron una Gran Cacería para exterminar de una vez a aquellas Alimañas.

El Pueblo Excavador huyó hacia las Tierras Oscuras. Otros habían buscado refugio antes entre los Uz para sobrevivir en la Gran Oscuridad. Aunque no podían ver su camino, Hinyij sabía que la Tierra en el Reino de los Uz tenía un olor diferente al resto.

Allí les esperaba una gran Horda de Uz que los detuvo, pero no les atacó o les devoró. Entonces Hinyij pidió audiencia con la Diosa de la Oscuridad y Bozta Gek los condujo ante ella.

Suplicaron ayuda a Kyger Litor, quien sopesó su decisión durante largo tiempo, emitiendo toda clase de sonidos inquietantes. Ni sus propias Hijas sabían qué ideas pasaban por los estómagos de su Madre. La Diosa consideraba a esos seres débiles, torpes e indefensos, pero también eran un pobre alimento, con sabor a Tierra. Aunque le agradaba que compartieran con su pueblo la runa de la Oscuridad y que sus ojos fueran casi inútiles. No dependían de la luz, como los Uz.

Lo que afirmaba Bozta Gek era cierto, Hinyij emitía sonidos graciosos al comer las babosas. Esto divertía a la Corte Oscura, consejeras Uz que servían a Kyger Litor en el Palacio de Plomo.

Finalmente, la Diosa preguntó a los Elipotidi si podían ofrecer algo por su ayuda. Las insignificantes criaturas prometieron enseñar a Kyger Litor a buscar el alimento oculto bajo la Tierra.”

(Falta un fragmento perdido)

“Los orgullosos Elfos Blancos Exterminadores habían entrado ya en el Reino Uz exigiendo paso, sin mostrar respeto u ofrecer presentes, portando Luces que molestaban a las Hijas e Hijos de Kyger Litor. Ésta envió a Bozta Gek para que retrasara a los Halamali, sin provocar una guerra, mientras ella se preparaba para recibirles.

La Diosa decidió ayudar al Pueblo Excavador. Usando su vínculo con la Runa de la Oscuridad, concedió a esas débiles criaturas el don del Sentido Oscuro, así podrían ver y luchar por si mismos contra sus enemigos. Después lanzó una maldición sobre los intrusos. Atacó la conexión de los Elfos Blancos con la Luz de algunas Estrellas, los Cegó e hizo inútiles sus Luces. Aunque algunos resistieron el poder de la Oscuridad con su magia, como Álbelin Ojos-ámbar. Los Uz permitieron retirarse a los Elfos con la promesa de que su visión retornaría con el tiempo.

Los Elipotidi pudieron observar su entorno en la distancia, por primera vez en toda su existencia, y usaron su nuevo Sentido para espiar dónde acampaban aquellos que les daban caza. Sorprendieron a los Halamali surgiendo de la tierra bajo sus pies, atacando primero a los que aún podían ver. Excavaron en sus cuerpos como lo hacían en la Tierra. Álbelin Ojos-ámbar lideró a unos pocos supervivientes hacia… ”

(Falta un fragmento perdido)

“…hasta que el último de los Elfos de la Expedición Exterminadora fue derrotado.

A Kyger Litor le complació saber que las garras de esas débiles y torpes criaturas habían resultado un arma digna. El Pueblo Excavador enseñó a la Diosa y otros Uz cómo endurecían sus manos y uñas, a excavar en la dirección correcta y a sentir los movimientos a través de la Tierra para buscar presas.

La Diosa entregó a sus Hijas e Hijos los cuerpos de los Elfos Blancos derrotados, como alimento. Quienes probaron la carne de esta especie aldryami recordarían con tristeza su desaparición, tras la explosión del Pico Cósmico, pues la consideraban un manjar.

Bozta Gek Oídosombra fue designado para llevar un mensaje al Reino de los Elfos Blancos, el de la derrota de su Tropa Exterminadora ante sus enemigos, el Pueblo Excavador.

Una delegación de Halamali pidió audiencia ante Kyger Litor, esta vez mostrando gran respeto y portando suculentas ofrendas. Álvorel el Heraldo se presentó con una petición del Cónclave Luminoso, solicitaban permiso para perseguir y acabar con los Elipotidi.

La Diosa de la Oscuridad se negó: - Las Brujas Blancas no tienen poder aquí. No permitiré que volváis a pisar las Tierras Oscuras, pero ya que habéis alimentado a mis Hijas e Hijos, me ocuparé del Pueblo Excavador de manera que nunca vuelvan a amenazar a los Hijos de Flamal. -

Álvorel hubo de aceptar esa respuesta y volver con esa promesa.

Así fue como Kyger Litor ofreció un territorio a Hinyij y a su pueblo, como recompensa por su victoria, justo en una de las fronteras del Reino Uz. Más allá de ese territorio comenzaba el Bosque Cenagoso, donde vivían aquellas babosas deliciosas que tanto gustaban a los Elipotidi.

Bozta Gek nunca supo si el Pueblo Excavador sobrevivió a la expansión de aquel Bosque Caótico, lleno de Plantas Monstruosas, Lombrices Devoradoras y otros engendros.”


En todo caso, ese sería otro Mito en otra losa, perdida en otra caverna olvidada.

 

Artist: Kaek McBeardy


No se conocen mitos sobre contiendas entre los uz y los elfos blancos. Puede que el destino de la tropa exterminadora no fuera considerado culpa de los uz o que llegaran a algún acuerdo.

Quien sepa leer entre líneas y traducir del Idioma Oscuro, habrá notado que Kyger Litor fue una gobernante taimada, calculadora y terrible.

¡Guardaos bien de los regalos uz o sus tratos, pues suelen esconder oscuros propósitos!

¡Hasta la próxima! 

Respuesta automática programada:

No sé de qué me hablas, aquí nadie ha dicho topo.

  

2 comentarios:

Runeblogger dijo...

Muy bueno, me ha gustado y queda muy misterioso cuando hay fragmentos irrecuperables.

Thorkrim dijo...

Muchas gracias 😊
Espero que al recrear el mito, cada grupo encuentre en esos momentos cosas diferentes 😉