¡Saludos mitológicos!
Vuelvo pronto por aquí, que ya tenía esto rondando en la cabeza.
Si recordáis la pasada entrada sobre los uz, los trolls de Glorantha, y las semillas de aventura, en una de
ellas, una sacerdotisa organizaba un viaje, posible Búsqueda Heroica,
relacionada con un mito que había encontrado.
Tras un derrumbe o ampliación de
unas cuevas uz, una caverna aislada del mundo más de mil años permitía la
entrada de nuevo. Allí encontraron estatuas y utensilios uz muy antiguos, entre
ellos una losa de piedra partida en fragmentos, con grabados en Idioma Oscuro.
En los cinco fragmentos
descubiertos de la losa, la sacerdotisa halló inscrito un mito olvidado para
los uz. Algunas grietas de fragmentación y el desgaste han impedido que perdure
completo. Sin embargo, se conserva la mayoría del texto y permite entenderlo (o
recrearlo).
Los cinco pedazos de losa pesan
respectivamente 6, 5, 4, 3 y 3 de CAR, 21 de CAR en total. La sacerdotisa
insiste en llevarse el original, aunque no los cargará ella, desde luego.
El Mito de Kyger Litor y el Pueblo Excavador
“El Pueblo Excavador, los Elipotidi, vivía en la superficie. Con sus duras garras abrían túneles y pozos en la Tierra para construir sus madrigueras, capturar animales subterráneos o excavaban cerca de plantas y árboles para alcanzar las raíces. Se guiaban por el olor y por las vibraciones que sentían en la tierra con sus bigotes.
Los Hijos de Flamal los cazaban
en ocasiones pues eran una pequeña molestia para sus Bosques y Jardines.
Aunque tenían un vínculo con la
runa de la Oscuridad, Kyger Litor no los consideraba parte de su pueblo. Pero envió
a un reducido grupo a hablar con ellos. Los Uz escogidos, liderados por Bozta
Gek Oídosombra, llevaron como presente para esas criaturas unas deliciosas
babosas que se criaban bajo Tierra. Bozta Gek conoció a Hinyij, un excavador
respetado por su pueblo, y aprendió… ”
(Falta un fragmento perdido)
“Un día, los Elipotidi excavaron
túneles entre las raíces de un Gran Árbol Sagrado buscando esas nuevas presas
que dejaban un olor tan apetitoso en la Tierra. El Gran Árbol se derrumbó ante
la angustia de sus Guardianes.
Los Elfos Blancos, los Halamali,
cuidaban estos Árboles de Frutos Luminosos y Corteza de Bronce, que los hacía
muy resistentes, pero el Pueblo Excavador había atacado las raíces. Así, los Hijos
de Flamal organizaron una Gran Cacería para exterminar de una vez a aquellas
Alimañas.
El Pueblo Excavador huyó hacia
las Tierras Oscuras. Otros habían buscado refugio antes entre los Uz para
sobrevivir en la Gran Oscuridad. Aunque no podían ver su camino, Hinyij sabía
que la Tierra en el Reino de los Uz tenía un olor diferente al resto.
Allí les esperaba una gran Horda
de Uz que los detuvo, pero no les atacó o les devoró. Entonces Hinyij pidió
audiencia con la Diosa de la Oscuridad y Bozta Gek los condujo ante ella.
Suplicaron ayuda a Kyger Litor,
quien sopesó su decisión durante largo tiempo, emitiendo toda clase de sonidos
inquietantes. Ni sus propias Hijas sabían qué ideas pasaban por los estómagos
de su Madre. La Diosa consideraba a esos seres débiles, torpes e indefensos,
pero también eran un pobre alimento, con sabor a Tierra. Aunque le agradaba que
compartieran con su pueblo la runa de la Oscuridad y que sus ojos fueran casi
inútiles. No dependían de la luz, como los Uz.
Lo que afirmaba Bozta Gek era
cierto, Hinyij emitía sonidos graciosos al comer las babosas. Esto divertía a
la Corte Oscura, consejeras Uz que servían a Kyger Litor en el Palacio de Plomo.
Finalmente, la Diosa preguntó a
los Elipotidi si podían ofrecer algo por su ayuda. Las insignificantes
criaturas prometieron enseñar a Kyger Litor a buscar el alimento oculto bajo la
Tierra.”
(Falta un fragmento perdido)
“Los orgullosos Elfos Blancos Exterminadores
habían entrado ya en el Reino Uz exigiendo paso, sin mostrar respeto u ofrecer
presentes, portando Luces que molestaban a las Hijas e Hijos de Kyger Litor. Ésta
envió a Bozta Gek para que retrasara a los Halamali, sin provocar una guerra,
mientras ella se preparaba para recibirles.
La Diosa decidió ayudar al Pueblo
Excavador. Usando su vínculo con la Runa de la Oscuridad, concedió a esas
débiles criaturas el don del Sentido Oscuro, así podrían ver y luchar por si
mismos contra sus enemigos. Después lanzó una maldición sobre los intrusos. Atacó
la conexión de los Elfos Blancos con la Luz de algunas Estrellas, los Cegó e
hizo inútiles sus Luces. Aunque algunos resistieron el poder de la Oscuridad
con su magia, como Álbelin Ojos-ámbar. Los Uz permitieron retirarse a los Elfos
con la promesa de que su visión retornaría con el tiempo.
Los Elipotidi pudieron observar
su entorno en la distancia, por primera vez en toda su existencia, y usaron su
nuevo Sentido para espiar dónde acampaban aquellos que les daban caza. Sorprendieron
a los Halamali surgiendo de la tierra bajo sus pies, atacando primero a los que
aún podían ver. Excavaron en sus cuerpos como lo hacían en la Tierra. Álbelin Ojos-ámbar
lideró a unos pocos supervivientes hacia… ”
(Falta un fragmento perdido)
“…hasta que el último de los
Elfos de la Expedición Exterminadora fue derrotado.
A Kyger Litor le complació saber que
las garras de esas débiles y torpes criaturas habían resultado un arma digna.
El Pueblo Excavador enseñó a la Diosa y otros Uz cómo endurecían sus manos y
uñas, a excavar en la dirección correcta y a sentir los movimientos a través de
la Tierra para buscar presas.
La Diosa entregó a sus Hijas e Hijos
los cuerpos de los Elfos Blancos derrotados, como alimento. Quienes probaron la
carne de esta especie aldryami recordarían con tristeza su desaparición, tras
la explosión del Pico Cósmico, pues la consideraban un manjar.
Bozta Gek Oídosombra fue
designado para llevar un mensaje al Reino de los Elfos Blancos, el de la derrota
de su Tropa Exterminadora ante sus enemigos, el Pueblo Excavador.
Una delegación de Halamali pidió
audiencia ante Kyger Litor, esta vez mostrando gran respeto y portando
suculentas ofrendas. Álvorel el Heraldo se presentó con una petición del
Cónclave Luminoso, solicitaban permiso para perseguir y acabar con los
Elipotidi.
La Diosa de la Oscuridad se negó: - Las Brujas Blancas no tienen poder aquí. No permitiré que volváis a pisar las
Tierras Oscuras, pero ya que habéis alimentado a mis Hijas e Hijos, me ocuparé
del Pueblo Excavador de manera que nunca vuelvan a amenazar a los Hijos de
Flamal. -
Álvorel hubo de aceptar esa
respuesta y volver con esa promesa.
Así fue como Kyger Litor ofreció
un territorio a Hinyij y a su pueblo, como recompensa por su victoria, justo en
una de las fronteras del Reino Uz. Más allá de ese territorio comenzaba el
Bosque Cenagoso, donde vivían aquellas babosas deliciosas que tanto gustaban a
los Elipotidi.
Bozta Gek nunca supo si el Pueblo
Excavador sobrevivió a la expansión de aquel Bosque Caótico, lleno de Plantas Monstruosas,
Lombrices Devoradoras y otros engendros.”
Artist: Kaek McBeardy
No se conocen mitos sobre contiendas entre los uz y los elfos blancos. Puede que el destino de la tropa exterminadora no fuera considerado culpa de los uz o que llegaran a algún acuerdo.
Quien sepa leer entre líneas y
traducir del Idioma Oscuro, habrá notado que Kyger Litor fue una gobernante
taimada, calculadora y terrible.
¡Guardaos bien de los regalos uz
o sus tratos, pues suelen esconder oscuros propósitos!
¡Hasta la próxima!
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No sé de qué me hablas, aquí nadie ha dicho topo.
2 comentarios:
Muy bueno, me ha gustado y queda muy misterioso cuando hay fragmentos irrecuperables.
Muchas gracias 😊
Espero que al recrear el mito, cada grupo encuentre en esos momentos cosas diferentes 😉
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