¡Saludos virtuales!
Hoy va la cosa de nuevas experiencias.
En esta ocasión tuve la oportunidad de organizar unas jornadas online, las RunasNet 2020.
En esta ocasión tuve la oportunidad de organizar unas jornadas online, las RunasNet 2020.
Eran la versión virtual de El Día de las Runas y supongo que una consecuencia lógica de los
tiempos que corren.
Las diferencias entre estas y unas jornadas físicas,
teniendo en cuenta que siempre que hablo de esto me refiero a unas pequeñas
como de unas 10 a 20 personas, son principalmente lo que invierte cada
involucrado y cuando lo hace.
Desde mi punto de vista, las físicas suponen más presión
pues los participantes tienen que asumir el coste del alojamiento,
desplazamiento y alimentación, además del tiempo extra que hay que invertir en
llegar al lugar y, al acabar, volver a casa.
Cuando esto es así, uno tiene que preocuparse de que las
cosas más importantes estén atadas con meses de antelación y que los detalles
los tenga claros todo el mundo.
Al contar con esta experiencia, cuando a mitad de abril me
propusieron (un Demonio) organizar la versión online, me creí perfectamente capacitado.
Había tomado contacto por primera vez con las partidas de
rol online muy poco tiempo antes, como podéis ver en esta entrada.
Veía como otros montaban jornadas online con decenas de
partidas, sin los problemas de buscar un alojamiento adecuado y recaudar dinero
para la reserva, tan difícil no sería, ¿verdad?
¿Un mes de tiempo?
Suficiente, ¿verdad? ¬_¬
Veamos en que me tenía que haber fijado con más atención.
Si bien me lo podía haber figurado, cuando te prestas a
organizar un evento, sea del tipo que sea, incluso cuando las cosas van lentas
y participa poca gente, todo se puede complicar por cualquier motivo en
cualquier momento.
Así pues, tienes que tener cierta cantidad de tiempo libre y estar disponible la
mayor parte de ese tiempo para resolver situaciones.
Aunque los directores
han ahorrado el desembolso económico y las horas de viaje, siguen sacrificando
tiempo y trabajo en preparar sus partidas, esto es algo de agradecer y se les
debe de apoyar al máximo.
Después tenemos a los jugadores,
que arriesgan menos. Tienen que decidir entre reservarse unas horas para jugar
en lugar de otras actividades que podrían resultar más o menos gratificantes
que la partida a la que se apuntan. En ocasiones deben pactar con sus familias
por esos momentos vitales.
Aunque no haya un gran drama en esto, es de agradecer que dediquen parte de su tiempo en conectarse,
disfrutar y hacer disfrutar a sus compañeros de partida.
Siempre es mucho mejor que lo pasen bien en la partida, por
supuesto, pues eso es parte de la recompensa de nuestros directores que,
recordemos, lo hacen por amor a la
afición o a la idea que tienen en mente al desarrollar sus partidas.
Al
igual que un director de cine o series, guionista o escritor literario se
siente bien cuando los espectadores o lectores les muestran su aprobación.
Hay que procurar estar
disponible para resolver dudas y problemas lo antes posible.
Volviendo a otro detalle que era evidente.
Los integrantes activos de El Día de las Runas, salvo
excepciones, éramos un grupo de directores y jugadores en mesa.
Los grupos o personas que comentaba antes, que hacían
parecer facilísimo lo de organizar partidas y jornadas online, tienen algo en
común, un alcance mediático en redes
del que nosotros no disponemos. Llevan tiempo moviéndose, haciendo contactos y
seguidores, tienen canales y cuentas visibles para una gran masa de jugadores y
directores que están dispuestos a colaborar con ellos. Tienen ya establecido un
amplio escaparate donde anunciar sus eventos en las plataformas más usadas.
Es como si una familia que ha vendido mermelada a sus
vecinos del pueblo, incluso haciendo trueque, se lanza al mundo empresarial de
buenas a primeras. ¡Pabernos matao! O_O
Otro detalle importante relacionado es el de los números de simpatizantes vs el de activos.
Después de la caída de Guguelplus, el grupo de El Día de las
Runas que teníamos allí se vio mermado, transformándose en dos, uno en Rolplus
y otro en Mewe, no tenemos nada más.
Ahora se nos han unido unos pocos usuarios más, unos 12
diría yo, pero al empezar hace un mes éramos unas 60 personas apuntadas entre ambos,
ya que alguno repetimos en los dos grupos.
Esto, como imaginaréis no es un número fiable. Aunque a
todos ellos les apetezca participar, la mayoría no puede, están apuntados por
si surge la oportunidad. A veces valoran positivamente las propuestas pero eso
no quiere decir que puedan participar.
Descubrí con sorpresa que los que estaban en disposición de
unirse a las jornadas online eran poquísimos.
Esto nos lleva a otra gran diferencia, si no tienes un grupo
asentado de directores y jugadores online, el carácter de las jornadas no puede
ser el mismo que el de las físicas.
Para un retiro rolero, el sentimiento de comunidad y
cercanía es vital pero, si no tienes un grupo
activo equivalente en el mundo virtual, solo queda una opción, abrir las
puertas.
¡Liberad al Kraken!
En este punto hubo que buscar jugadores en los lugares que
consideré más adecuados, a falta de las grandes plataformas donde publicitarnos
o un gran número de seguidores, solo quedaba estrujarse las neuronas pensando en
posibles lugares de interés.
Las dos partidas
que desde el principio llenaron plazas
rápidamente fue la de Runeblogger con Runequest
Glorantha y la histórica de Emod con Mythras.
Por ello, al buscar en otras plataformas, fue para atraer
jugadores de Cthulhu, de Against the Darkmaster y para otra muy
especial de Mythras. Lamentablemente
estas dos últimas se cancelaron o por falta de jugadores o por falta de tiempo
del director. La vida.
Si hubieran faltado jugadores para la Gloranthana hubiera sabido donde buscar, pero fue la única que tuvo
lista de espera. Esto me da en qué pensar. ;-)
Runeblogger lo publicó en su Feisvuk, gracias.
Hubo algunas personas
majas relacionadas con alguna editorial que nos mostraron su simpatía e
incluso nos intentaron ayudar un poco.
Pero claro, con el poco tiempo de margen que tenían en el
momento de enterarse de esto, aun deseando participar, no tuvieron opción. Tengo
que lamentar este error y agradecer las muestras de apoyo. ;-)
Finalmente, creo que ambos modelos, físico y online, son
complementarios, el del retiro rolero familiar y el de abrir las jornadas al
mundo virtual. Uno no tiene por qué restar al otro, al contrario, podría
incluso aportar.
¿Y cuál es el truco,
el secreto para solucionar la mayoría de problemas que he expuesto arriba?
Pues pienso que se trata de tiempo y trabajo constante.
Por un lado, sí que puedo plantear las cosas con más tiempo,
por el otro, no me veo capaz de mantener un régimen de actividad en redes para
lograr más visibilidad. Esto es, que nos quedamos a medio camino.
Tampoco me parece mal, porque gestionar unas jornadas
demasiado grandes se me puede ir de las manos, sin embargo, creo que sí que
podemos ampliar lo que hemos hecho en esta ocasión corrigiendo algunos errores.
Y en cuanto nos encontremos en una situación diferente, surtidos de vacunas y todo bajo control,
creo que nos apetecerá volver a quedar para vernos las caras en vivo.
No quiero dejar de comentar unos aspectos positivos que he visto a las jornadas online (o me han
señalado).
Hasta el momento de iniciar la partida, tanto director como
jugadores están en sus casas y en
cuanto acaba, no hay que marcharse a casa, todos están en ella.
La presión de acabar una partida en un tiempo determinado es
menos acuciante, el Director y los Jugadores tienen la opción de volver a quedar otro día para acabarla, en una sesión más
corta incluso, si con eso basta.
Este ahorro de tiempo quizá proporcione margen para una
pequeña charla tras la sesión.
En cuanto a mi partida.
Excavación en Xié Shengong
La partida que dirigí en estas jornadas online el sábado
pasado, me dejó muy buenas sensaciones.
Como agravio comparativo con los jugadores a los que se la
dirigí en mesa, en esta ocasión me pasé todo el tiempo que pude preparando
imágenes para mostrarlas durante la partida que el primer grupo nunca llegó a
ver. Aunque si sienten curiosidad se las puedo enseñar ahora.
Un dato que no aclaré a mis jugadores este sábado es que la
partida que jugaron la había comentado por encima en esta entrada.
Los jugadores se tomaron las ideas anotadas en sus fichas
como punto de partida e hicieron crecer a los personajes más allá dándoles
vida. Tomaron alguna decisión que me sorprendió un poco y tuve que improvisar,
creo que aportando algo más de color a la partida.
Y, por supuesto, no hay nada como unas buenas tiradas para
cambiar un final de la historia que se auguraba muy oscuro para ellos.
Solo uno de ellos tuvo una merma importante de cordura que
le provocó un trauma que pensaba explotar pero, como les había prometido no
alargarme demasiado, cuando llegó el momento no me atreví a meter la jugarreta
final al PJ. Luego me arrepentí, creo que hubiera sido muy divertido y terrible
a la vez. ;D
Descubrieron prácticamente todo lo que había por descubrir,
aunque quizá no tenían información suficiente para interpretarlo en la
dirección adecuada. ;P
Me despido ya de todos, esperando que sigáis bien.
Y por vuestra seguridad...
¡Acordaos de crear
vuestro Símbolo Arcano!
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de Vida en la puerta!
¡Inscribid un Glifo
de protección!