jueves, 15 de marzo de 2018

La Isla Calavera.

Grandes Héroes del siglo XX

Hero System - Pulp Años 30
(continuación)

Tarzán y el Hombre de Bronce alcanzan la orilla a nado. Las fuertes corrientes no son problema para estos dos héroes, que han bordeado los acantilados de la isla, hasta llegar a la única playa desde la que se puede alcanzar tierra.
Uno de los picos de la isla mostraba una forma siniestra, desde lejos se podía observar la forma de un gran cráneo pero, les sorprende lo que ven al salir del agua. Además de barcas de pesca primitivas, encuentran un poblado de nativos aislado del resto de la isla por una gran muralla.
Los asustados habitantes huyen ante los extraños, mientras Doc Savage y el Hombre Mono avanzan con cautela entre las chozas. Observan una inmensa puerta trabada por un gran tronco, cuando se les acerca un brujo que les grita sus palabras de poder e intenta expulsarles como si fueran demonios.
Doc Savage es un extraordinario lingüista, por lo que tarda poco en establecer la comunicación. Calma al brujo y este les cuenta que unos demonios blancos llegaron y les robaron a su dios Kong. Doc recuerda que leyó en los periódicos sobre el suceso; hará un par de años, un gran gorila escapó por Nueva York y subió a lo alto del Empire State, cuando él se encontraba de viaje. ¡Esta debe ser la Isla Calavera!
Averiguan que otros demonios blancos volvieron y cruzaron el muro hace algunas lunas, pero a esos no los han vuelto a ver. El brujo insiste en que se marchen, aunque le convencen de dejarles esperar un tiempo. Confían en que sus compañeros consigan llegar a la isla tras ellos.
Mandrake, con Chita agarrandose fuertemente a él, La Sombra y Simon Templar (guiño-guiño) han acabado en el agua, después de que un submarino de la primera guerra volara su bote con un torpedo.
Nadan hacia la isla peleando contra las fuertes corrientes. Por suerte, llegan desde la dirección por la que se alcanza la playa.
Por fin vuelven a encontrarse los cinco héroes (guiño-guiño) y relatan sus desventuras. El Hombre de Bronce les detalla que ese avión que les derribó era un nuevo modelo de caza alemán, de última tecnología (al que terminarán llamando "Stuka").
La Sombra describe lo espeluznante del viejo submarino de la Gran Guerra, con marcas de haber sufrido grandes daños y tripulado por soldados muertos. Mientras se alejaba de la misteriosa nave, una fosforescencia la envolvió y se desvaneció envuelta en la niebla.
El Señor Templar comenta su preocupación ante la dificultad de abandonar la Isla con ese sumergible fantasma merodeando, sin embargo, ahora mismo deben concentrarse en el motivo que los trajo a este lugar perdido.



Los cinco compañeros abren el portón y cruzan el muro hacia la jungla desconocida del otro lado.
Tarzán se muestra muy cómodo en este entorno y toma la iniciativa. Sube a lo alto de un gran árbol para confirmar lo que vieron desde el aire, desde allí divisa el lago. Si hubiera alguna base alemana podría estar cerca.
Marchan por la espesura guiados por el Hombre Mono, hasta que se topan con una criatura enorme como un autobús y un cuerpo protegido por placas. Duras escamas sobresalen y recorren su dorso hasta la cola que acaba en espinas. A Doc y Tarzán se les escapa el mismo comentario casi al unísono: "¡Demonios, dinosaurios otra vez!"
La bestia detecta al grupo, brama furiosa y corre hacia ellos embistiendo.
Doc y Simon evitan al animal corriendo entre los árboles, Mandrake decide esconderse, mientras La Sombra y Tarzán suben ágilmente a las ramas de los árboles.
El mastodonte se detiene y empieza a lanzar coletazos. Tarzán les grita que se alejen e intenta saltar sobre su lomo, por desgracia su objetivo no para de moverse y cae en tierra cerca de su cabeza.
La Sombra salta entre las ramas, casi con la misma soltura que corre por las azoteas en la ciudad, siguiendo la ruta de sus compañeros que corren por el suelo.
Doc Savage y El Santo corren a gran velocidad, la mala fortuna y el traicionero suelo de la jungla quieren que ambos resbalen y caigan en un pozo natural. Inmediatamente ven que han acabado en el fondo de un nido de arañas tan grandes como cantimploras. Estas no pierden la oportunidad y les saltan encima.
Tarzán usa su cuchillo para herir a la gran bestia en la cabeza pero, un fuerte coletazo hiere al Hombre Mono. Cuando se recupera, se planta en pie de nuevo y usa su característico alarido para impresionar al dinosaurio. La bestia decide que ha perdido su territorio y abandona el lugar ante el nuevo Rey de la Jungla.
Mientras tanto, Doc y Simon escalan para salir del aprieto, aunque El Santo es el único de los dos que está sufriendo las picaduras, el Hombre de Bronce es demasiado duro para que perforen su piel. Resultan no ser venenosas y todos pueden continuar a pesar de las heridas.

Avanzan por este entorno salvaje y peligroso, lleno de monstruos de otro tiempo, cuando Tarzán vuelve a subir a lo alto de un gran árbol. A parte de un dinosaurio herbívoro de cuello largo, no ve nada más cerca del lago pero, divisa una zona despejada cerca de la montaña. Baja rápido pues otra criatura, esta vez alada, con dientes aserrados, le ve y sobrevuela sobre sus cabezas.
Cambian de rumbo hacia el claro. Al aproximarse, bordean con cautela la zona. Otro gran dinosaurio, erguido sobre dos patas, les presta atención, aunque no quiere meterse entre los árboles y pierde el interés.
Poco después escuchan movimiento, son pisadas de un grupo de humanos.
De nuevo, trepan a los árboles o se esconden, a la espera de descubrir al grupo que se aproxima.
Cerca de una veintena de soldados intenta avanzar en silencio ¡Son nazis!
La Sombra no puede olvidar sus viejos hábitos y comienza el juego. Con sus habilidades, hace creer a los soldados que alguien les ha llamado en su idioma ("¡Achtung!") desde el lado contrario al que se ocultan ellos.
Los alemanes se muestran sorprendidos y comienzan a hablar entre ellos. No puede haber ninguno de los suyos en la selva pues ellos son la única patrulla que ha salido de la base y hace poco de eso. Dejan a dos hombres buscando en la zona mientras el resto de la patrulla prosigue.
La Sombra salta sobre uno de los incautos y Tarzán sobre el otro. Un golpe del justiciero deja al soldado aturdido y Simon le lanza uno de sus cuchillos, el shock lo deja inconsciente. El otro es estrangulado por el poderoso abrazo del Hombre Mono y tampoco tiene oportunidad de dar la alarma.
Mientras elaboran un plan, quitan los uniformes, atan y esconden a los dos soldados, se dan cuenta de que Mandrake ha seguido a la patrulla usando sus poderes de ilusionismo para ocultarse.
Es así como consigue engañar a otro de los soldados para separarlo del resto. Lo hipnotiza y consigue algo más de información. Averigua que hay un túnel muy cerca de donde se encontraron con ellos y que deben recorrerlo para llegar a la base. Lo deja fuera de combate y vuelve con los demás.

Mientras tanto, El Santo y La Sombra se han disfrazado perfectamente como dos soldados alemanes.
Localizan la entrada al túnel pero, deciden finalmente que esperarán el regreso de la patrulla para eliminarlos a todos antes de meterse ellos mismos en una encerrona.
Con los trucos de Mandrake y La Sombra irán dispersándolos y cazándolos uno a uno. Los demás se ocultarán cerca para actuar en caso de que algo se tuerza y comience el combate.
Sin embargo, antes de poder tumbar al primero, los héroes presienten que algo no va bien. Un peligro inminente les acecha. Prefieren buscar la protección que brinda la altura de los árboles y dejar a los soldados a su suerte.
Tarzán descubre a una manada de raptores rodeándoles a todos. Con un alarde de valentía se planta frente a las bestias y las impresiona con su grito. Después usa el lenguaje de la jungla para indicar a los carnívoros donde pueden encontrar comida.

Los cinco compañeros esperan a que los gritos de los soldados y los disparos cesen, antes de volver al suelo.
Ningún soldado ha sobrevivido. El Santo y La Sombra mejoran su disfraz con algo de sangre, para camuflar mejor sus rostros ante los demás soldados que puedan hallar en la base.
De esa guisa, entran todos en el túnel. Para su sorpresa lo recorren durante más de dos horas. Las paredes indican un origen volcánico reciente, quizá creado por la máquina de Volcano Master.
A su salida siguen en la selva pero mucho más cerca de la montaña. Un corto tramo más adelante la vegetación se reduce, hay un barranco muy ancho y ven a un centenar de metros el modo de cruzarlo, un puente colgante.
Solo los dos hombres disfrazados como soldados se acercan a reconocer la zona y ven al otro lado un puesto con varios soldados y una ametralladora.
Antes de que consigan avanzar un paso más hacia el puente, varios raptores aparecen de la selva y les cortan el acceso. La Sombra pide ayuda en alemán pero los dos vuelven atrás, hacia la jungla donde esperan sus camaradas, mientras escuchan unos pocos disparos.
Esta vez son ellos las presas de esas insaciables criaturas pues, las bestias prefieren el terreno firme y los soldados alemanes no osan cruzar el puente.

¿Conseguirán sobrevivir al ataque de los feroces raptores?
¿Cruzarán el puente colgante sin ser ametrallados?
¿Que peligros les esperan en la montaña de la calavera?

... continuará en una futura sesión.

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