¡Saludos amigas y amigos!
Soy
aquel que una vez fue.
¿Quién
lo iba a imaginar? ¡Vaya año! :-(
Lo
que tienen los problemas de larga duración es que, además de robarte todo el
tiempo que pueden, también te quitan las ganas de hacer cosas en el poco tiempo
que te resta.
Pero
voy a ver si voy saliendo poco a poco de aquí.
Aunque no como antes, me he mantenido ligeramente activo en la afición, así que no doy por perdidas antiguas intenciones.
Por otro lado, hace muchos meses que no pisaba naturaleza y el otro día tuve la ocasión.
Hubo
un detalle curioso y...
Ruta de senderismo en la oscuridad
“Esta
foto la tomó una amiga durante una ruta de senderismo que hicimos un pequeño grupo
por el monte.
Se
hicieron las siete mientras volvíamos, pero la noche nos había engullido, cuando
nos topamos con el cartel y la gata.
Foto del cartel y la gata
Llamamos
al teléfono del anuncio y una dulce voz nos indicó que su casa estaba cerca,
sólo teníamos que seguir a la gata.
Al
llegar a la verja, la gata se escabulló dentro.
Habríamos
jurado que aquella casa no estaba allí al pasar la primera vez.
Buscábamos
un modo de entrar, cuando una figura apareció entre la oscuridad del jardín.
La
mujer tenía una mirada penetrante, casi felina.
Nos
invitó a entrar para explicarnos las necesidades “especiales” de la gatita.
Un
miedo primario nos recorrió el cuerpo a todos.
Rechazamos
cortésmente la invitación afirmando que solo queríamos asegurarnos de que la
gata llegaba a salvo.
La
mujer rio salvajemente y nos dijo:
“No
temáis por ella. Pero vosotros, ratoncitos, no deberíais vagar en la oscuridad
pues, al caer la noche, hay criaturas que salen de caza.”
Y
con esas perturbadoras palabras nos alejamos rápidamente, deshaciendo el
camino, alumbrados por una exigua linterna.
Caminamos
en silencio, atentos a cada ruido que surgía del bosque.
Hasta la reconfortante luz de la primera farola del pueblo, que nos permitió recuperar el aliento.”
Aclaraciones: la foto es real salvo por el
número de móvil, que ha sido protegido, o la gata, que fue añadida más tarde a
la imagen, no estaba allí. No se llamó a nadie y este relato es ficción basada
en un senderismo real.
Pasad
las mejores navidades posibles y espero que nos volvamos a leer pronto.